En la tarde del lunes 20 de febrero, la parroquia
de la Beata Sor Eusebia, acogió a enfermos y ancianos de Huelva Capital.
Acudieron, hasta este templo, numerosos fieles de la parroquia Ntra. Sra. de
los Dolores en la barriada de las Colonias, así como ancianas de la residencia
de las Hermanas de la Cruz, ubicada en la Plaza de los Dolores, junto a sus cuidadoras y hermanas del instituto fundado por Santa Ángela de la Cruz.
Presidió la celebración el Sr. Obispo, quien animó a todos hacer presente a Jesús, en medio del dolor y del sufrimiento de la enfermedad. Igualmente Dº José, nos pidió que cuidáramos nuestro cuerpo, así como la naturaleza y el mundo, ya que "es casa de todos".
Tras la homilía se administró el sacramento de la Unción de Enfermos. Ayudaron al Sr. Obispo, los sacerdotes presentes, quienes se acercaron a los enfermos para ofrecerles este sacramento.
Al finalizar la Eucaristía, se dio las gracias a todos los enfermos por su presencia, también hubo, por parte del Delegado de la Pastoral de la Salud, unas palabras cariñosas y de agradecimiento para los que hicieron posible este día: coro, catequistas, voluntarios…
La jornada del Enfermo concluyó con una invitación a un café con dulces por parte de la parroquia de la Beata Sor Eusebia. En esta convivencia hubo tiempo para saludar y acercarnos los unos a los otros. Un ambiente festivo presidió toda la jornada
Presidió la celebración el Sr. Obispo, quien animó a todos hacer presente a Jesús, en medio del dolor y del sufrimiento de la enfermedad. Igualmente Dº José, nos pidió que cuidáramos nuestro cuerpo, así como la naturaleza y el mundo, ya que "es casa de todos".
Tras la homilía se administró el sacramento de la Unción de Enfermos. Ayudaron al Sr. Obispo, los sacerdotes presentes, quienes se acercaron a los enfermos para ofrecerles este sacramento.
Al finalizar la Eucaristía, se dio las gracias a todos los enfermos por su presencia, también hubo, por parte del Delegado de la Pastoral de la Salud, unas palabras cariñosas y de agradecimiento para los que hicieron posible este día: coro, catequistas, voluntarios…
La jornada del Enfermo concluyó con una invitación a un café con dulces por parte de la parroquia de la Beata Sor Eusebia. En esta convivencia hubo tiempo para saludar y acercarnos los unos a los otros. Un ambiente festivo presidió toda la jornada
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