lunes, 27 de febrero de 2017

CUARESMA, REGALO DE DIOS



Cuaresma es iniciar un nuevo camino que nos lleva a la Pascua de Resurrección. Una llamada fuerte y directa al corazón para que desde la conversión, mirar a Dios y dejarse mirar por Él.
Cuaresma es un tiempo de gracia en el que Dios sorprende siempre pero a quien se deja sorprender por Él. No perdamos la capacidad de sorpresa porque Dios quiere hacer maravillas en nosotros, Dios quiere volvernos a sorprender con su amor y misericordia. No amarres la barca de tu corazón a tus seguridades, porque perderás la oportunidad de introducirte “mar adentro” guiado por el timón del Señor.
La mediocridad nos imposibilita para reconocer la grandeza de Dios, porque el orgullo de los mediocres consiste en mirarse a sí mismos. El logro y grandeza de los mediocres es vivir sumergidos en la mayor de las tristezas.
Tú y yo estamos llamados a volver nuestro corazón hacia el Señor, a salir de nuestras mediocridades, a crecer en nuestra intimidad con el Señor y a sentir que Él es el amigo “fiel que nunca nos abandona, porque incluso cuando pecamos espera pacientemente que volvamos a él y, con esta espera, manifiesta su voluntad de perdonar” (Mensaje cuaresma del papa Francisco)
Hoy es una ocasión propicia para decir, con la sinceridad del corazón: “Dios mío haz de mi lo que quieras, sea lo que sea, que tu voluntad se cumpla en mi”
El sacrificio, la oración y la caridad, que en estos días intensificaremos y viviremos, de diversas formas y modalidades, siempre bajo el amparo y la luz de la Palabra de Dios, será un camino para la conversión.
Si enraizamos nuestra vida en la Palabra de Dios y no hacemos oídos sordos a las propuestas y demandas del Señor, caminaremos con Él hacia Jerusalén, nos sentaremos junto a Él a su mesa en la Cena, rezaremos con Él en Getsemaní, subiremos con Él a la Cruz… y Resucitaremos con Él en la mañana de Resurrección. Llegar a la Resurrección por el camino de la Cruz, es la propuesta de Jesús: Una propuesta y un diseño de vida, apasionante, creativo y distinto al que nos diseña el mundo.
El diseño de vida de Cristo es para locos, no cuerdos y sí enamorados.¿Quieres ser discípulo mío?, toma tu cruz y sígueme; ¿quieres ser grande? pues hazte pequeño y servidor de los demás; ¿quieres ser el primero?  sé el último; ¿quieres tenerlo todo? vende lo que tienes, da el dinero a los pobres y sígueme.

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