Foto: Momento de la lectura del mensaje de Navidad del Obispo de Huelva
en la mañana del día 21 de diciembre 2017
“BUSCAR A DIOS EN LO PEQUEÑO”
Queridos hermanos y hermanas:
Los pastores, en Belén, encontraron la
alegría al ver al Salvador, envuelto en pañales y recostado en un pesebre. Con
el deseo de que experimentéis y compartáis esta alegría, recibid un fraternal
abrazo en esta Navidad y siempre.
Los
pastores.
Con estas palabras quiero felicitar a todos
en esta Navidad. Os invito a fijaros en los pastores. Ellos recibieron la Buena
Noticia del nacimiento del Señor, alegría para todo el pueblo. Al escuchar este
mensaje no se quedaron inmóviles o indiferentes, sino que fueron corriendo y
encontraron al Mesías, tan esperado, recostado en el pobre pesebre donde lo
había colocado su santa Madre. Experimentaron la verdad del mensaje que habían
recibido, y contaron y compartieron con otros lo que habían visto y oído y
regresaron dando gloria y alabanza a Dios. Así se celebró la primera Navidad.
Esta es la esencia de toda auténtica Navidad.
Dios en
lo pequeño.
Esta es la Navidad que os deseo. Que sepamos
buscar a Dios en lo pequeño, en lo sencillo, donde Él ha querido manifestarse.
Que encontréis la alegría de contemplar al Dios hecho hombre, escondido en el
humilde y blanco pan de la Eucaristía. Que “veáis” a Dios en el pobre y en el
desvalido en los que Él ha querido esconderse. Que gustéis la presencia del
Dios con nosotros, en el calor de la fraternidad y la unidad. Pedid la mirada
de la fe para descubrir, adorar y servir esta sorprendente presencia. Así
encontraremos la alegría que anhelamos.
La vida
sencilla.
La Navidad cristiana es una llamada a la vida
sencilla y austera. Sólo así encontraremos tiempo para Dios, disponibilidad
para los hermanos y cuidaremos de la “casa común”, la creación. La seducción
del consumo compulsivo y caprichoso no nos permite gustar las cosas, bloquea el
compartir y nos aboca al derroche. Aprendamos a disfrutar de lo sencillo, a
saborear la compañía de las personas, y reconozcamos agradecidos “tanto
bien recibido”. Así nos lo ha recordado el Papa Francisco: “La
espiritualidad cristiana propone un crecimiento con sobriedad y una capacidad de
gozar con poco. Es un retorno a la simplicidad que nos permite detenernos a
valorar lo pequeño, agradecer las posibilidades que ofrece la vida sin
apegarnos a lo que tenemos ni entristecernos por lo que no poseemos. Esto
supone evitar la dinámica del dominio y de la mera acumulación de placeres”.
Hagamos un esfuerzo en nuestras familias para construir este sano estilo de
vida. También el beato Pablo VI nos invitaba a mirar a la familia de Nazaret,
“su sencilla y austera belleza”.
Los
abuelos.
En este mensaje navideño quiero tener un
recuerdo especial para las personas mayores. Nuestros abuelos son para nosotros
testimonio de vida austera y sacrificada; hombres y mujeres que han trabajado
mucho por nosotros y nos han dejado la herencia preciosa de la fe cristiana, con
toda la riqueza de tradiciones entrañables que vivimos en estos días. Deseo
expresar mi sincera gratitud a todos ellos, mostrando especialmente mi afecto a
todos los que se encuentran solos o enfermos y a todos los que los cuidan y
atienden con dedicación y entrega. Seamos agradecidos y generosos para
acompañarles en estos días y todos los días. Con el Papa Francisco quiero
decir: “¡Cuánto quisiera una Iglesia que desafía la cultura del descarte con la
alegría desbordante de un nuevo abrazo entre los jóvenes y los ancianos!”.
Que el Niño-Dios nos llene a todos de su luz
y de su paz. ¡Feliz Navidad!
✠ José Vilaplana
Blasco. Obispo de Huelva
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