La celebración de este próximo domingo, es
conocida como la festividad del Cuerpo y Sangre de Cristo. Jesús, el Señor,
muerto y resucitado, para darnos vida, se hace presente en medio de nosotros
cada vez que nos reunimos para repetir aquel gesto que Él nos dejó la noche de
su entrega, en la “Última Cena”.
En el pan y el vino de la Eucaristía Él se nos ofrece y se da como alimento, para que vivamos siempre unidos a Él, y así, aprendamos a amar como Él nos ha amado.
Por eso hoy es también el día de la caridad, porque el amor de Jesús para con nosotros debemos testimoniarlo en el amor a los hermanos, especialmente los más débiles y necesitados de la tierra.
Eucaristía y Caridad van de la mano, son dos palabras y dos realidades que están íntimamente unidas y que no se pueden separar. Debemos tener claro qué es lo que entendemos por caridad, ya que resumir caridad a dar un dinero en un determinado momento y ante una necesidad concreta no sea captar el sentido amplio de la expresión caridad. Más bien en nuestro barrio podríamos traducir caridad como alegrarnos del bien ajeno y sufrir con el dolor del prójimo como si fuera el propio.
En el pan y el vino de la Eucaristía Él se nos ofrece y se da como alimento, para que vivamos siempre unidos a Él, y así, aprendamos a amar como Él nos ha amado.
Por eso hoy es también el día de la caridad, porque el amor de Jesús para con nosotros debemos testimoniarlo en el amor a los hermanos, especialmente los más débiles y necesitados de la tierra.
Eucaristía y Caridad van de la mano, son dos palabras y dos realidades que están íntimamente unidas y que no se pueden separar. Debemos tener claro qué es lo que entendemos por caridad, ya que resumir caridad a dar un dinero en un determinado momento y ante una necesidad concreta no sea captar el sentido amplio de la expresión caridad. Más bien en nuestro barrio podríamos traducir caridad como alegrarnos del bien ajeno y sufrir con el dolor del prójimo como si fuera el propio.
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