Foto: Imagen de la Virgen de los Dolores.
Vestida con motivo de su festividad
La presencia de María en la cruz es fuente de
dulzura, de amor, de maternidad y de dolor. Para Cristo tuvo que ser un
consuelo cariñoso sentirse acompañado por Ella, pero también, supondría para
María, un enorme sufrimiento compartir el dolor, como madre, al ver a su hijo
morir de forma tan inhumana.
Aquel pequeño grupo al pie de la cruz,
aquella Iglesia naciente, estaba allí por algo más que por simples razones
sentimentales. Estaba unida a Jesús pero no sólo a sus dolores, sino también a
su misión.
Y, en esta Iglesia, en la Iglesia Misionera,
tiene María un puesto único. Hasta entonces ese puesto y esa misión habían
permanecido en la penumbra. Ahora en la cruz ese papel de María sale a la luz,
y ocupa un primer plano. Y entra en la misión de su Hijo con el mismo oficio
que tuviera en su origen: “el de madre” (“Ahí tienes a tu hijo, ahí tienes a tu
madre”)
Según se recoge en los Estatutos de la
Hermandad, en el artículo 4 a), en nuestra parroquia celebraremos, esta semana,
la festividad de Ntra. Sra. de los Dolores.
Comenzarán los actos de ésta festividad a las 19,35 h
con el rezo de la Corona Dolorosa. Entorno a nuestra madre, la Virgen
María, viviremos los días 13, 14 y 15 a las 20,00 h el
triduo a la Virgen de los Dolores y la Eucaristía. Igualmente, el
día 15 estará nuestra Madre presente para el besamanos, en horario de 10,00 h a
14,00 h y de 17,00 h a 20,00 h
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