BUSCADORES DE DIOS

Búsqueda es el deseo, o la inquietud, por algo o por alguien con el correspondiente esfuerzo para conseguirlo. En el ámbito religioso la palabra búsqueda se refiere, principalmente, a Dios. Libre y amorosamente, Dios viene al encuentro de quienes lo buscan. Más aún: Él mismo “busca a los buscadores”.
Encontrarnos con Dios es un inmenso regalo, es pura gracia de Dios, como el hallazgo de un tesoro precioso que compensa con creces todos los sacrificios y cansancios de nuestra búsqueda.
El encontrarnos con el Señor produce maravillosos efectos para nuestra vida espiritual y humana, ya que, éste encuentro, cimienta y aumenta nuestra fe, aviva nuestro amor a Dios, fortalece nuestra esperanza; nos consuela, nos ilumina para saber el proyecto que tiene Él en nuestra vida y nos fortalece para saber llevarlo a cabo; nos da la paz, serenidad y felicidad.
No podemos olvidarnos que la incitativa de amor parte de Dios,comienza en Él como en su fuente, es Él quien quiere que lo busquemos para darse a nosotros y favorecernos con sus dones. ¡Dichosa las personas y parroquias que buscan a Dios!
Para buscar a Dios es importante el silencio, la escucha de la Palabra y la oración. Seamos buscadores de Dios para amarlo más y para señalar a los hombres que Dios está en el centro de nuestra existencia.